martes, 24 de julio de 2012

Claves para no venirte abajo NUNCA

1. NO TE IDENTIFIQUES CON TUS PREOCUPACIONES. Piensa que son más cavilaciones estériles que reflexiones útiles. Las preocupaciones son errores de enfoque. Amplía tu foco e incorpora todas las posibilidades y oportunidades de las que dispones.
2. ACEPTA QUE NO LO PUEDES TODO. Hay muchas cosas que jamás podrás hacer. ¿Triste? Pues esta tristeza te dolerá menos que toda la tensión de las quimeras imposibles. Y será mucho más fecunda, porque así le dedicarás tu energía a todo eso que sí depende de ti.
3. ADMITE QUE LA ADVERSIDAD EXISTE. A veces las situaciones de tu vida no serán como te gustaría. Otras veces, todo te resulta favorable. Cuando la suerte no te sonría deja a un lado la pregunta victimista "¿Por qué a mí?". Desarrollarás sabiduría y templanza.
4. NO TE DEJES LLEVAR POR TU NECESIDAD DE CONTROLARLO TODO. Es una tarea que nunca se acaba, porque detrás de cada asunto surge otro. Deshazte de la impaciencia.
5. APRENDE A SENTIRTE CÓMODA EN LA INCERTIDUMBRE. No tienes todas las respuestas y nunca las tendrás. Muchas llegarán a su debido momento. Y otras quizás no lleguen nunca. Debes aprender a aceptar los ritmos de la vida y a desarrollar la confianza en tí.
6. CALIBRA DE UNA MANERA REALISTA TUS INQUIETUDES. A veces un problema nos secuestra emocionalmente como si en ello nos fuera la vida. Acostúmbrate a medirlo de 0 a 100. La mayoría de nuestras preocupaciones se sitúan entre 0 y 20.
7. LOS PROBLEMAS SON PARTE DE LA VIDA. Toda tu vida va a estar llena de problemas. Si no te gusta ese nombre, puedes cambiárselo: toda tu vida va a estar llena de retos, de lecciones y no son más que ejercicios de aprendizaje que te ayudan a crecer.
                                                               
                                                                                PSICO / TODO FÁCIL

sábado, 7 de julio de 2012

¿Quiénes son los pobres?


Sobre el concepto de pobreza, hay una lúcida fábula de autor desconocido. Cuenta que el padre de una familia muy rica llevó a su hijo de viaje a una comunidad indígena con el expreso propósito de mostrarle cómo viven los pobres. Estuvieron un par de días y noches alojados en la granja de lo que se podría considerar una familia muy pobre. A la vuelta del viaje, el padre preguntó a su hijo qué le había parecido la experiencia y si se había dado cuenta de cómo vivían los pobres para valorar más lo que tenía en casa.
 
El niño respondió que le había encantado el viaje y que ahora ya sabía cómo vivían los pobres. Cuando el padre le pidió que especificara lo que había aprendido, el pequeño enumeró así lo que había visto:

“Nosotros tenemos un perro y ellos tienen varios.
Nosotros tenemos una piscina que ocupa la mitad del jardín y ellos tienen un arroyo que no tiene fin.
Nosotros hemos puesto faroles en nuestro jardín y ellos tienen las estrellas por la noche.
Nuestro patio es tan grande como el jardín y ellos tienen el horizonte entero.
Nosotros tenemos un pequeño trozo de tierra para vivir y ellos tienen campos que llegan hasta donde nuestra vista no alcanza.
Nosotros tenemos criados que nos ayudan, pero ellos se ayudan entre sí.
Nosotros compramos nuestra comida, pero ellos cultivan la suya.
Nosotros tenemos muros alrededor de nuestra casa para protegernos, ellos tienen amigos que los protegen.”

El padre del niño quedó boquiabierto. Finalmente, su hijo añadió:
“Gracias, papá, por enseñarme lo pobres que somos.”

Menos tienes, menos necesitas


Austeridad en tus posesiones, sencillez en tu atuendo y moderación en la comida equivalen a claridad en tus pensamientos. La simplicidad consiste en poseer poco para encontrar la libertad de llegar a lo esencial, lo que se traduce en bienestar, serenidad y belleza. Éstas son algunas de las propuestas de Dominique Loreau para lograrlo:
• Busca el minimalismo confortable. Tu hogar debe ser un lugar de reposo y refugio, donde cada objeto tenga su utilidad. Haz una lista de lo que realmente necesitas y de lo que es simplemente decorativo y no te aporta nada y deshazte de lo que no te sirve. Hay elementos con significado emocional, como las fotos de tus seres queridos, pero no hace falta llenar la casa de imágenes por todas partes.
• Piénsalo dos veces antes de comprarlo. Cuando vayas a adquirir algo, reflexiona por unos instantes si en verdad te va a ser de utilidad o si lo has elegido sólo por sus cualidades estéticas.
• Huye de las modas pasajeras. En lugar de llenar tu armario y vaciar tus bolsillos con indumentarias y accesorios que sólo vas a usar una temporada y luego pasarán de moda, escoge ropa de buena calidad para que te dure más y que no quede desplazada rápidamente. Es mejor tener una buena prenda en lugar de tres que se deterioran después de la primera lavada.
• Pregúntate si lo necesitas. Antes de guardar algo por impulso, pregúntate por qué lo estás almacenando y para qué te sirve. Haz lo mismo con las cosas que tienes guardadas, si no te sirven tíralas o regálalas para que las aprovechen otros.

                              DOMINIQUE LOREAU "El arte de simplificar la vida"

miércoles, 4 de julio de 2012

Siete Principios

Siete principios que aplicados a nuestra vida pueden aumentar la calidad de nuestras relaciones personales, prevenir problemas, equilibrar energías, mejorar la comunicación, incrementar el respeto por uno mismo y por los demás, evitar las dependencias y las relaciones de poder. Fáciles de describir, difíciles de poner en práctica... todo un reto para nosotros. Sus resultados son espectaculares.


Principio de la autonomía personal

AYÚDATE A TI MISMO Y TODOS TE AYUDARÁN

Principio de la prevención de dependencias
NO HAGAS POR LOS DEMÁS AQUELLO QUE ELLOS PUEDEN HACER POR SÍ MISMOS


3º Principio del bumerán o de la correspondencia

TODO LO QUE HACES A LOS DEMÁS, TAMBIÉN TE LO HACES A TI MISMO

Principio del reconocimiento de la individualidad y la diferencia

NO HAGAS A LOS DEMÁS AQUELLO QUE QUIERES PARA TI, PUEDEN TENER GUSTOS DIFERENTES

Principio de la moralidad natural

NO HAGAS A LOS DEMÁS AQUELLO QUE NO QUIERES QUE TE HAGAN A TI

 Principio de la autoaplicación previa

NO PODRÁS HACER NI DAR A LOS DEMÁS AQUELLO QUE NO ERES CAPAZ DE HACER NI DARTE A TI MISMO

Principio de la limpieza relacional

TENEMOS EL DEBER DE HACER LIMPIEZA DE LAS RELACIONES QUE SON FICTICIAS, INSANAS Y QUE NO NOS DEJAN CRECER COMO PERSONAS

lunes, 2 de julio de 2012

El camino espiritual

Aquello que no eres capaz de aceptar es la única causa de tu sufrimiento. Sufres porque no aceptas lo que te va ocurriendo a lo largo de la vida y porque tu ego te hace creer que puedes cambiar la realidad externa para adecuarla a tus propios deseos y necesidades egoístas y egocéntricos. Pero la verdad es que lo único que sí puedes cambiar es la interpretación que haces de los acontecimientos en sí, conociendo y comprendiendo cómo funciona tu mente. Si tu interpretación del hecho te reporta sufrimiento es que actúas movido por la ignorancia; si te deja paz interior o te trae armonía y satisfacción, no cabe duda de que actúas movido por la sabiduría. Ante el sufrimiento, el miedo, la tristeza o la angustia, hazte una simple pregunta: ¿qué es lo que no estoy aceptando? La respuesta te hará comprender que la limitación que origina todas estas desagradables reacciones está en tu propia mente y no en ninguna otra parte. En realidad, nadie puede hacerte daño: tu ego es el que te hace reaccionar automática y negativamente ante lo que te sucede, te dicen o te hacen. Tu ego es el único responsable de tu malestar interior, por mucho que te esfuerces en buscar culpables fuera de ti mismo. Cuando compruebas la veracidad de estas afirmaciones a través de tu experiencia personal, dejas de intentar cambiar la realidad externa para acomodarla a las exigencias de tu ego y comienzas atrabajar sobre tu realidad interna  para aprender a aceptarla tal como es. A partir de entonces comprendes que has venido al mundo a aprender a ser feliz por ti mismo y a aceptar y amar a los demás tal como son. Éste es el llamado camino espiritual.
                          
                             GERARDO SCHMEDLING