De este libro he aprendido unas cuantas cosillas que quiero compartir con tod@s vosotr@s.
Soy más feliz desde que empecé a hacer caso de mi misma al mismo tiempo que de los demás. Antes no me sentía agusto porque me empeñaba demasiado en complacer a los demás y me olvidaba de complacerme a mí misma. Ahora trato de conceder igual tiempo a ambos aspectos, y cuando lo consigo, todo va sobre ruedas. Cuando tenemos buen cuidado de nuestra personalidad, nos sentimos más saludables y felices y solo entonces podemos atender a otras personas.
El símbolo de un minuto tiene por objeto recordarnos que debemos tomarnos un minuto para frenar, pararnos, mirar y ver cómo hacer caso de nosotros mismos..., tan bien y tan a menudo como lo hacemos con los demás.
Cuando me tomo un minuto para mí misma.......
- Equilibro mi vida cuidando de mí misma tan bien como cuido de mi familia, de mis amigos y de mi trabajo.
- Me trato a mí misma como quisiera que me trataran los demás.
- Hago un alto, miro, escucho dentro de mí y me pregunto: "¿Existe para mí, ahora, en este instante, una manera mejor de cuidar bien de mí misma?".
- Me doy cuenta de que llevo la solución dentro de mí. Guardo silencio y escucho mi sabiduría interior. La dejo surgir.
- Descubro lo que es mejor y, trato de hacerlo.
- Soy más feliz.
Esto continuará...........