Uno de mis minutos

Ayer no fui a trabajar por ser el 1 de Mayo. Era cerca de la una del medio día cuando me levanté de la cama, la verdad, no tenía ninguna gana de levantarme y esperé a que la casa se fuese quedando sola. Me levanté muy triste porque tardé en dormirme la noche anterior dando rienda suelta al vaciado emocional de mi interior. Las circunstancias del día a día nos afectan a todos, y si hay un pequeño malentendido con tus seres queridos, te afecta en el acto y te hace reflexionar sobre ello en los momentos anteriores al sueño teniendo por cómplice la almohada.

Después de levantarme y hacerme una infusión de té verde y tomillo, me senté en mi rinconcito del sofá y me tomé mi minuto esencial, me pregunté, Nati, ¿qué es lo que necesitas, en este momento, para cuidar bien de ti misma?. Me paré un momento, dí unos sorbos a mi té calentito y, pasando de todo lo demás, hice lo que me pedía el cuerpo, leer un capítulo del libro de mi autor favorito, mi Robin Sharma. Es un verdadero placer leer a Sharma, ¡lo recomiendo!. Mi tristeza se fue diluyendo hasta desaparecer engullida por la historia que se estaba desarrollando a través de mi lectura. Vuelvo a encontrarme bien.

Muchos besos.
Seguiré practicando la vida